Una casa sostenible tiene menos impacto sobre el medio ambiente, pero si que es cierto que es más cara que una construcción normal. Pero todos y cada uno de nosotros podemos hacer que nuestro hogar sea sostenible y reducir su impacto en el entorno de muchas maneras.
Que hay un problema está claro. Cada año, el consumo eléctrico de las casas representa en torno al 30% del consumo de electricidad del país y son los principales contribuyentes a las emisiones de gases de efecto invernadero.
Hacer de nuestro hogar una construcción más ecológica y sostenible, tendrá muchos beneficios, no sólo para el medio ambiente, también para todos los ocupantes de la casa. Eso sin olvidar las ventajas de la automatización de tareas en el hogar.
Más confort
Un hogar sostenible está diseñado para satisfacer todas y cada una de las necesidades de los ocupantes y adaptarse a sus cambiantes necesidades.
Mejor salud
Asma, dolores de cabeza, eczemas y estornudos son algunos de los síntomas que tienen los propietarios de hogares vinculados con toxinas encontradas en la mayoría de muebles de baja calidad y en una mala construcción de la vivienda.
Las humedades son un factor clave en los problemas respiratorios como el asma, los resfriados comunes o la gripe, según la investigación de la Universidad de Otago.
Cerca del 45% de las viviendas de nuestro país son húmedas o tienen humedades, pero gracias a la tecnología, se puede eliminar las toxinas, las partículas y la humedad excesiva que causa enfermedades respiratorias.
La temperatura adecuada
Las viviendas sostenibles utilizan la energía del sol para calentarse, un calor sano, cómodo y con un interior a una temperatura adecuada. Una vivienda totalmente aislada usa un 50% menos de energía para la calefacción que una casa sin aislar.
Este tipo de viviendas proporcionan un lugar más agradable y saludable para vivir, por ejemplo con luz más natural y adaptabilidad para sus futuras necesidades.
Un menor costo
Entre el aislamiento, la calefacción inteligente y los electrodomésticos eficientes, se puede ahorrar mucho dinero a largo plazo. La amortización tras invertir en el aislamiento puede ser de 3 años para el aislamiento del techo, por ejemplo.
Beneficios para el medio ambiente